Tánger es una ciudad bulliciosa, situada en el extremo norte de Marruecos, que crece día a día con un ritmo desenfrenado, conservando un carácter cosmopolita. Fue el centro de inspiración de toda una generación de artistas y políticos, durante su época de ciudad colonial. Tánger ha sido continuamente agitada por las olas de invasiones occidentales y orientales.
Tánger, dispuesta como un anfiteatro en el Estrecho de Gibraltar, mira al Atlántico y al Mediterráneo. Su ubicación, su historia y las comodidades del hotel, hacen de Tánger un destino privilegiado para los viajeros en busca de recuerdos románticos.
La vista de Tánger:
Pocas ciudades en el mundo tienen esa fascinante mezcla entre la cultura africana y la europea. El Mar Mediterráneo y la proximidad de Tánger con Europa, han fomentado todo tipo de intercambios entre una zona y otra, todo ello gracias a los escasos 14,5 km que separan a Tánger, de la ciudad de Algeciras. Tánger tiene muchos atractivos que le sorprenderán. Atracciones que no muchos conocen, pero que les encantan a primera vista.
Qué ver:
A pesar de ser una de las ciudades más grandes, es una ciudad que se puede recorrer fácilmente a pie. Como casi todas las ciudades del país, está dividida en dos partes. Por un lado, tenemos el casco antiguo o medina, que comienza desde el puerto hasta la colina y por otro lado, tenemos la «Ville Nouvelle» construida por los europeos durante el siglo XX y cuyo centro, es la Place de France.
- La medina o la ciudad antigua.
- El Gran Zoco o plaza el 9 de abril de 1947.
- La iglesia anglicana de San Andrés
- El Parque de la Mendubia
- La iglesia católica
- El Dar Niaba,
- La Legación de los Estados Unidos de 1821
- Kasbah
- Nueva calle de la ciudad.
- Plaza de la Kasbah.
- Cabo Spartel.
- Cuevas de Hércules
- Museo de Artes y Antigüedades de Marruecos
- Museo de Arte Contemporáneo